Pese
a que la vida no le iba tan mal, y de lo fútil de su pena. Con la situación global, de crisis mundial, de
muerte, hambre y situaciones mucho peores que la suya.
Su
corta experiencia de vida le había enseñado que quizás no estaba hecho para
aquello, de vivir…
Recordaba
las palabras de aquel amor platónico; que parecían haberle calado dentro del
corazón. No estaba hecho ni para el mundo moderno, ni para el “idílico” mito
del “buen” “salvaje” de Lévi-Strauss.
Demasiados
amores platónicos en su memoria…
El
último reciente todavía parecía haberle hecho desconfiar de la gente…
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